SERVIR CON EL CORAZÓN
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros; pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia."
Romanos 6:14
Los judíos estaban muy preocupados siempre de cumplir la Ley; por eso la estudiaban y memorizaban, tenían sus mentes llenas del conocimiento de la Ley de Moisés. El problema es que con su corazón no servían a Dios sino que en él sólo tenían orgullo, vanidad y malos deseos. Además buscaban algún resquicio para no cumplir la Ley sin recibir castigo. Por eso el Señor dijo:
"Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí." (Mateo 15:8)
Estar bajo la Ley es cumplir los mandamientos de Dios sólo por obligación, a veces de mala gana, por miedo al castigo, o para que otros me vean.
Cuando vino Jesucristo a la tierra Él trajo un modo mas auténtico de servir a Dios: con el corazón, por amor al Padre, porque queremos que Dios no se ofenda, porque le amamos y estamos agradecidos de Su amor. Esta forma de relacionarnos con Dios es la Gracia. El Evangelio dice:
"Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo." (Juan 1:17)
La Ley es muy importante porque expresa la voluntad del Señor. Los 10 Mandamientos siguen vigentes, pero los cumplimos con amor, sinceridad y gratitud, ayudados por el Espíritu Santo, en la Gracia. Por eso San Pablo le dice a su discípulo Timoteo:
"Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús." (2 Timoteo 2:1)
Igualmente nosotros esforcémonos, pero no por Ley sino por Gracia. Así el pecado no se enseñoreará de nosotros.