Una Nueva Visión
Cuando meditamos en el Señor vemos las cosas desde una perspectiva diferente. Las cosas que nos preocupan pierden su importancia. Las que nos debilitan Dios las convierte en fortaleza.
Nuestros puntos de vista sobre los demás, incluso sobre nuestros enemigos, cambian, porque los vemos desde la perspectiva divina. La forma en que analizamos interiormente los problemas o las situaciones es reemplazada por una perspectiva celestial, porque aprendemos que estamos sentados en lugares celestiales en Cristo Jesús. La meditación nos coloca en una posición en la cual podemos vernos a nosotros mismos a la luz de la verdad divina.
David declaró en el Salmo 36.9: «En tu luz veremos la luz». Cuando dejamos que Dios arroje su luz sobre algún asunto hay algo que nos hace ver claramente la verdad desde su punto de vista.
Pablo oró pidiendo que los efesios recibieran «espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él» para que fuesen «alumbrados los ojos de vuestro entendimiento» (Efesios 1.17,18). No podemos vernos a nosotros mismos ni a Dios correctamente sin su reveladora participación.
Las presiones de la vida comienzan a disiparse cuando estamos a solas, en silencio y quietos delante del Señor. Dios retira el tapón de los tanques a presión de nuestra vida y la ansiedad comienza a derramarse.
Cuando por vez primera comenzamosameditar,nuestrosnivelesdefrustración están llenos casi siempre, pero cuanto más tiempo dediquemos a centrarnos en El, tanto más se vaciarán de su tensión los depósitos de reserva.
La meditación bíblica logra que ocurra algo en nuestro espíritu, en nuestra alma y en nuestro ser emocional, e incluso en nuestro cuerpo humano. El cansancio físico de algún modo se alivia.
¿No es extraño que estemos dispuestos a sentarnos a mirar la televisión tres o cuatro horas por noche, nada más que para relajarnos, cuando el relajador divino puede lograrlo en pocos minutos? El centrar la atención en Dios puede ayudar a los creyentes a dormir, en paz y relajadamente, a pesar de las dificultades del día.