Hemos llegado al majestuoso Salmo del Pacto, que, según la ordenación judía, es el último del tercer libro de los Salmos. Es la expresión del creyente en presencia de un gran desastre nacional, en súplica a Dios, presentando el gran argumento de los acuerdos del pacto y esperando liberación y ayuda debido a la fidelidad de Jehová. C. H. S.
Título: «Una oración de Moisés, siervo de Dios.» Se han hecho muchos intentos para probar que Moisés no escribió este Salmo, pero nosotros seguimos inconmovibles en la convicción de que lo escribió.
Este Salmo no tiene título, y no tenemos manera de averiguar el nombre de su autor o la fecha en que fue compuesto con exactitud. Los expertos judíos consideran que cuando no se menciona el nombre del autor, podemos asignar el Salmo al último autor mencionado; si fuera así, éste sería otro Salmo de Moisés, el hombre de Dios.
Título: «Salmo. Cántico para el sábado.» Esta composición admirable es a la vez un salmo y un cántico, lleno en igual medida de solemnidad y gozo, y fue escrito para ser cantado en el Día de Reposo. El tema es la alabanza a Dios; la alabanza es la obra sabática, la ocupación gozosa de los corazones en reposo.
Este breve Salmo carece de título o de nombre del autor, pero el tema es evidente, ya que se enuncia en su primera línea. Es el Salmo de la Soberanía Omnipotente: Jehová, a pesar de la oposición, reina supremo.
Tema: El escritor ve a los malvados en el poder y le duele su opresión. Su sentido de la soberanía divina, de la cual ha cantado en el Salmo anterior, le lleva a apelar a Dios, el gran Juez de la tierra; lo hace con gran vehemencia e insistencia, evidentemente escociéndole el látigo del opresor.
Este Salmo no tiene título, y todo lo que sabemos de su paternidad es que Pablo lo cita como «de David» (Hebreos 4:7). Es verdad que esto puede significar meramente que se halla en la colección conocida como los Salmos de David; pero, si esto fuera lo que quiere decir el apóstol, habría sido más natural que hubiera dicho: «dicen los Salmos»; por lo que nos inclinamos a creer que David fue el verdadero autor de este poema. Lo llamaremos «El Salmo de la Provocación». C. H. S.
Tema: Este Salmo está tomado evidentemente del cántico sagrado que David compuso al tiempo en que «fue puesta el arca en medio del tabernáculo que David había preparado para ella, y ellos ofrecieron holocaustos y ofrendas de paz delante de Dios»
Tema: Así como el Salmo anterior cantaba las alabanzas del Señor en conexión con la proclamación del Evangelio entre los gentiles, en éste se prefigura la obra poderosa del Espíritu Santo en la sumisión de los sistemas colosales del error y derribando los dioses idolátricos.
Título y tema: El presente Salmo es una especie de Himno de Coronación, que proclama oficialmente al Mesías o Monarca vencedor sobre las naciones, con el sonido de las trompetas, los aplausos y el regocijo y celebración de los triunfos. Es un cántico singularmente osado y vivo.
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