Nabot Natural de Jezreel que poseía una viña cerca del palacio del rey → Acab, de Samaria (1 Reyes 21), la cual este deseaba para poder ampliar su huerto. Nabot se negó a entregar su viña, pero → Jezabel, la esposa de Acab, levantó contra él falsos testigos que lo acusaron de blasfemia, e hizo finalmente que lo lapidaran y mataran. Acab se apoderó de la viña, pues los herederos de un convicto de blasfemia no tenían derecho. La intervención que el profeta Elías tuvo en este caso fue recordada después como un ejemplo de la justa retribución divina (2 Reyes 9:21-26).