Pergamino
(nombre derivado de → Pérgamo, antigua ciudad cuyos reyes fomentaron la fabricación de este material en el que se escribían textos). Era un material más duradero y caro que el → papiro, y es sabido que ya desde 300 a.C. se preferían para su elaboración pieles de ternera, oveja o cabra, aunque se usaban también de vaca o cerdo.
Estas últimas producían un pergamino de inferior calidad. Las pieles se sometían a un baño en cal que facilitaba descarnarlas, luego se lavaban y raspaban, y por último se estiraban y se cubrían con capas de albayalde. Su color final era blanco, pero podían teñirse con azafrán o tintura púrpura.
Según 2 Timoteo 4:13, Pablo dejó en Troas, por razones desconocidas, algunos pergaminos que formaban parte de la colección que solía llevar consigo. Sin duda se trataba de → rollos escritos sobre pieles de animales, puesto que los grandes códices bíblicos no existían en la época de 2 Timoteo.