Prenda: Objeto que entre los israelitas se daba como garantía por una deuda o un préstamo (Génesis 38:17, 18; Proverbios 20:16; 27:13). La práctica de tomar prenda degeneró en abuso y fue necesario dictar leyes más humanitarias al respecto. Por ejemplo, el acreedor no podía penetrar en la casa del vecino a tomar algo en prenda, sino que debía esperar afuera que aquel se la entregara (Deuteronomio 24:10, 11).
No se podían tomar en prenda las muelas de un molino, «porque sería tomar en prenda la vida del hombre» (Deuteronomio 24:6). No se podía tomar del kismo modo el vestido de la viuda (Deuteronomio 24:17), y si se tomaba el vestido del prójimo, había que devolverlo antes de la puesta del sol (Éxodo 22:26, 27).
Sin embargo, estas leyes humanitarias no siempre se respetaron. Los profetas tuvieron que defender a los agraviados y clamar contra los abusos (Job 22:6; 24:3; Ezequiel 18:7, 12, 16; 33:15). En tiempos de Nehemías, los israelitas se quejaban de que tenían que dar en prenda a sus propios hijos e hijas para recibir trigo, y de que tenían que empeñar sus campos, sus viñedos e incluso sus hogares (Nehemías 5:2, 3).