Siglo (en hebreo olam; en griego aión). Término que en la Biblia no significa estrictamente cien años sino un período largo e indefinido.
Se utiliza en varios sentidos diferentes, todos relacionados, pero especialmente para indicar un → tiempo futuro infinito. En este sentido aparece en plural o en forma repetida, por ejemplo, «los siglos de los siglos» (Salmos 41:13; cf. Génesis 9:12; 1 Crónicas 29:10; Daniel 6:26; Mateo 6:13; etc.).
Esta acepción se relaciona casi siempre con Dios, cuyo carácter eterno se describe así: «desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios» (Salmos 90:12).
La expresión «el siglo venidero» o «los siglos venideros» se refiere a la época futura en la cual Dios ha de revelar su gloria y ha de culminar la historia humana (Efesios 2:7; Hebreos 6:5; → Segunda Venida; Reino de los Cielos). Es la época en que la justicia de Dios será reivindicada en la tierra y reinará la santidad.
Por otro lado, «este siglo» representa la época contemporánea, que corre desde la creación hasta la Segunda Venida de Cristo. A veces denota temporalidad, sin implicar conceptos éticos o morales (Mateo 13:22; Lucas 16:8; 20:34; 1 Timoteo 6:17; Tito 2:12).
Más a menudo, sin embargo, la expresión puntualiza también el espíritu esencial de la sociedad contemporánea con su carácter maligno y pecaminoso (Romanos 12:2; 1 Corintios 2:6, 8; 3:18; 2 Corintios 4:4; Gálatas 1:4; Efesios 6:12; → Generación). En este sentido, de acuerdo con el concepto paulino, siglo es casi sinónimo de → «Mundo» en sentido peyorativo.