El Descuido de no Prestar Atención
Con todo esto, los lugares altos no eran quitados de Israel, aunque el corazón de Asá fue perfecto en todos sus días.
2 Crónicas 15:17
Asá no fue perfecto en su obediencia en las áreas externas, visibles, de su vida. Fue obediente en lo principal, pero no totalmente recto. Cuidado con pensar: «Esto en mi vida no tiene demasiada importancia.» Que no te importe mucho a ti no significa que no importe a Dios.
Un hijo de Dios no debería considerar nada como trivial. ¡Cuántas veces nos empeñamos en impedir que Dios nos enseñe algo! Pero Él persiste en querer enseñarnos, y nunca pierde la paciencia. Decimos: «Yo sé que estoy a bien con Dios», pero los «lugares altos» siguen estando en nuestra vida.
Sigue habiendo un área de desobediencia. Insistes en que tu corazón es recto para con Dios, y sin embargo, ¿hay algo en tu vida que Su santidad pone en entredicho? Siempre que Dios te haga sentir dudas acerca de algo, déjalo inmediatamente, sea lo que sea. Nada en nuestras vidas es insignificante para Dios.
¿Hay cosas tocantes a tu vida física o intelectual a las que no hayas estado prestando la debida atención? De ser así, puede que estés en lo correcto en las áreas importantes, pero estás descuidando detalles que aparentan insignificantes pero que acabarán por hacerte tambalear. Relajar tu concentración espiritual una hora es tan grave como sería el que durante una hora tu corazón dejara de latir.
Así como no puedes tomarte un día de vacaciones morales y seguir siendo moral, tampoco puedes tomarte un día de vacaciones espirituales y permanecer espiritual. Dios quiere que seas todo de Él, y es preciso que mantengas una alerta constante para estar siempre en forma. Esto requiere tiempo. Pero algunos de nosotros somos impacientes y pretendemos elevarnos por encima de todos nuestros problemas, y pasar de una experiencia en la cumbre a otra, con sólo pocos minutos de esfuerzo.