La Batalla por la Verdad
En tiempos de Pablo, muchas personas creían la mentira de que la carne ofrecida a ídolos era impura. Esa situación puede que siga siendo relevante en algunas culturas en la actualidad, pero no universalmente. Sin embargo, el mundo en el que tú y yo vivimos también está plagado de mentiras. Muchas personas no creen que haya tal cosa como “verdad absoluta”, y creen que cualquier verdad que sí exista se aplica solamente a ciertos individuales o a situaciones concretas.
Satanás ha construido toda esta mentalidad a fin de hacer a un lado las verdades eternas de Dios. Eso hace que las personas crean lo que es conveniente y fácil para ellas, en lugar de creer según los principios de Dios y vivirlos, los cuales están diseñados para darnos vida, paz y victoria y darle gloria a Él.
Uno de los problemas en el mundo actualmente es que las personas quieren “hacer sus propias cosas” aun si eso las hace desgraciadas. No quieren aceptar instrucciones de nadie ni que nadie les diga lo que tienen que hacer. Y no quieren leer palabras de verdad en un libro llamado la Biblia. Este tipo de arrogante independencia y rebelión es responsable de muchos resultados desagradables y hasta tragedias.
Estoy segura, si te detienes a pensarlo, que conoces de situaciones en las cuales las personas han estado decididas a ir por su propio camino y terminaron con problemas terribles. ¡Eso no tiene que suceder! Dios nos ha dado instrucciones para la vida. Son verdad; y funcionan.
Para poder disfrutar la vida y evitar problemas innecesarios, debemos vivir de acuerdo a la verdad que se encuentra en la Palabra de Dios y no según las mentiras que oímos de otras personas, del mundo, o del enemigo. El enemigo está siempre preparado para engañarnos tentándonos a creer cosas que no son realmente verdad, pero pueden convertirse en realidades personales para nosotros si creemos las mentiras que las rodean. Cuando somos engañados, no conocemos, disfrutamos, ni vivimos según la verdad.
Pero cuando vivimos según la verdad, hay grandes beneficios. Si no conocemos la verdad porque somos engañados, no hay manera de que podamos disfrutar los beneficios. Debemos saber cómo separar lo que es verdad de lo que no lo es. Podemos hacerlo, pero la batalla por la verdad tiene lugar en nuestra mente, y no la ganaremos sin pelear. Debemos examinar lo que creemos y por qué lo creemos. Es sabio estar firmemente convencidos para que cuando el diablo nos desafíe con respecto a la Palabra de Dios, estemos preparados para permanecer firmes.
Con frecuencia vemos que los hijos de padres cristianos llegan a una edad en la que comienzan a preguntarse si ellos realmente creen lo que sus padres les han enseñado o no. A veces pasan por un periodo de “crisis” con respecto a su fe en Dios. Necesitan encontrar su propia fe porque ya no pueden vivir de la fe de sus padres como han hecho en el pasado. Este puede ser un proceso muy sano.
La mayoría de ellos normalmente entienden que sí creen que Jesús es su Salvador, pero fue una decisión que necesitaban tomar por sí mismos. No podemos estar firmes en las tormentas de la vida basándonos en la fe de otra persona. Debemos estar totalmente seguros en nuestro propio corazón y mente.
Cuando tomamos la decisión de cambiar nuestro modo de pensar para alinearlo con la verdad de Dios, entramos en una guerra total con el enemigo, y nuestra mente es el campo de batalla sobre la cual se libra esta guerra. Satanás sabe que si puede dominar nuestros pensamientos, puede dominar nuestras vidas. Pero Dios nos ha dado la capacidad de vencer a Satanás, y podemos comenzar entendiendo su naturaleza y sus estrategias contra nosotros.