Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
Adonías tenía un hermoso nombre, Mi Señor es Jehová, pero tenía el corazón repleto de una soberbia que mataba toda gracia. La tormentosa vida de David estaba llegando a su fin. Bosquejo bíblico para predicar de 1 Reyes 1:5-9
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
Otra vez decimos, ¡Qué asombroso contraste! ¡Qué magnanimidad de parte del Señor, que trate de manera tan misericordiosa con el alma arrepentida! Pero, así es como Él es.
En el libro de 1 de Reyes aprendemos cómo le fue a Israel bajo los reyes. Aunque hubo algunos reyes que gobernaron con rectitud, la historia de la mayoría de ellos es una de desgobierno e iniquidad. ▶ Ver Comentario bíblico del Libro de 1 Reyes
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
Es absolutamente innecesario que nadie se acerque a Dios fingiéndose ser diferente de lo que es; y sin embargo este disfrazar el propio carácter mientras se presentan las peticiones a Dios es un común fraude piadoso.
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
Por fe andamos, no por vista. Elías tuvo un largo descanso al lado del secreto arroyo, quizá durante doce meses. Esto serviría a la vez como prueba de su fe y de su paciencia
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
Una confesión glorificadora de Dios. Cuando Elías bajó al niño y se lo entregó a su madre, ella le dijo: Ahora conozco que tú eres varón de Dios, y que la palabra de Jehová es verdad en tu boca
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
El descenso del fuego del Señor desde el cielo, y el acortamiento de los profetas de Baal, habían detenido de manera eficaz la creciente marea de idolatría que amenazaba con trastornar toda la tierra.
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
La vida posterior de Eliseo demuestra que era fuerte allí donde Elías estaba inclinado a ser débil: en ser fiel y cuidadoso hasta los detalles más pequeños de la vida. La fe de Elías fue poderosa en el Monte Carmel, pero le falló bajo el enebro.
Bosquejos para Predicar de 1 Reyes
En la solitaria isla de Patmos vivía un ermitaño. Cuando le preguntaron por qué vivía en tal soledad, contestó: –Algún día tendré que encontrarme con Dios. Me estoy preparando para aquel día.
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