La Protección Divina. Ivan Tapia
"Pero Dios vino a Abimelec en sueños de noche, y le dijo: He aquí, muerto eres, a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con marido. Mas Abimelec no se había llegado a ella, y dijo: Señor, ¿matarás también al inocente? ¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? con sencillez de mi corazón y con limpieza de mis manos he hecho esto. Y le dijo Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te permití que la tocases. Ahora, pues, devuelve la mujer a su marido; porque es profeta, y orará por ti, y vivirás. Y si no la devolvieres, sabe que de cierto morirás tú, y todos los tuyos."
Génesis 20:3-7
En sueños el Señor muestra al rey que no debe mirar a la esposa de Abraham. Sería ofenderlo a Él y le traería mucho daño. Con este sueño, ¿A quién protegió el Señor, al rey Abimelec o a Abraham?
La esposa de Abraham, Sara, era muy hermosa y cuando pasaron por la ciudad de Guerar, sabiendo Abraham que en ese lugar no tenían ningún respeto por Dios, tuvo miedo de ser atacado y muerto por causa de su mujer. Entonces decidió mentir y decir que era su hermana.
El rey Abimelec mandó traer a Sara para hacerla su mujer, pero en la noche tuvo un sueño en que Dios le hablaba diciéndole que iba a morir porque la mujer que había tomado era casada. Mas él no la había tocado siquiera y le explicó a Dios que había actuado de buena fe y nada malo había hecho. El Señor le contestó en el sueño que sabía muy bien que él había actuado de buena fe y que no le había permitido tocarla para que no pecara contra Él. Y le ordenó al rey que devolviera su esposa a ese hombre que era profeta y además Abraham rogaría por él para que viviera. Si no obedecía a esta orden moriría él y su gente.
Dios actúa no sólo en Su Iglesia o con los creyentes, también actúa en medio del mundo incrédulo y puede darnos enormes lecciones.
Respondiendo a la pregunta ¿A quién protegió el Señor, al rey Abimelec o a Abraham? Podemos ver que Dios protegió tanto al rey Abimelec como al profeta Abraham. Al primero no le permitió tocar a Sara y por tanto no caer en adulterio y al segundo lo favoreció devolviéndole a su esposa. Abraham pecó al ocultar la verdad y tener miedo del pueblo donde llegó, desconfiando de la protección de Dios. Abimelec no alcanzó a pecar, ya que no tocó a Sara, sólo la deseó y desconocía su situación legal matrimonial.
A veces somos confrontados con el mundo cuando esté actúa más correctamente que nosotros. En verdad nuestra ética debería estar por sobre la ética mundana, pero por causa de nuestras debilidades solemos ser malos representantes del Reino de Dios. Es importante, entonces, que conozcamos nuestras debilidades a través de las experiencias diarias, la auto-observación, la reflexión y la oración sobre ellas, para evitar futuros malos comportamientos.
Dios actúa no sólo en Su Iglesia o con los creyentes, también actúa en medio del mundo incrédulo y puede darnos enormes lecciones. En este caso protegió al pagano de caer en una falta grave, protegió a Sara de ser apartada de su marido y a Abraham, además de darle una lección de valentía y verdad, lo protegió de una grave pérdida. Para meditar:
- ¿Ha sido alguna vez avergonzado por una conducta suya frente al mundo y qué lección has sacado de esa experiencia?
- ¿Ha observado usted cómo Dios protege a veces a personas que están en el mundo?
- ¿Qué favor pedirá esta noche al Señor para ser un/a mejor cristiano/a?