Rebeca. Hija de Betuel, hermana de → Labán, y esposa de → Isaac. Génesis 24, una joya de la literatura antigua, relata cómo Abraham comisionó a su siervo la búsqueda de esposa para su hijo, no en Canaán, sino en su tierra nativa. Dios prosperó el viaje del siervo y le guió hasta Rebeca, sobrina de Abraham. Esta accedió a la propuesta de matrimonio, y sus parientes, reconociendo la mano de Dios, la enviaron al lejano país del Neguev (Gn 24:62).
Por veinte años Rebeca fue estéril, pero luego, como contestación a las oraciones de Isaac, dio a luz gemelos: → Esáu y → Jacob. Como estaba profetizado desde antes de su nacimiento, los hermanos fueron rivales, y Rebeca se inclinaba por Jacob (Gn 25:20–28). Tal como en una ocasión anterior habían hecho Abraham y Sara, Isaac y Rebeca fingieron ser hermanos por temor a los filisteos en cuyo territorio moraban (Gn 26:6–11). Rebeca e Isaac se entristecieron por las esposas paganas de su hijo Esaú (Gn 26:34ss).
El favoritismo maternal produjo resultados funestos en el hogar cuando Rebeca ayudó a Jacob a conseguir con engaño la bendición destinada al primogénito. Rebeca instó a Jacob a huir de Esaú y nunca lo volvió a ver (Gn 27). Fue sepultada en la cueva de → Macpela (Gn 49:31).