Tierra. Término que en la Biblia se emplea por lo menos en cinco diferentes sentidos.
- Planeta o mundo físico en que habita el hombre (Génesis 1:1; Deuteronomio 31:28; Salmos 68:8; Mateo 6:10). La tierra, en forma figurada, era como alfombra que se extiende (Isaías 42:5; 44:24), cimentada sobre el océano (Salmos 24:2; 136:6) y colgada de la nada (Job 26:7), sostenida por columnas (Job 9:6; Salmos 75:3), sobre cimientos irremovibles, aunque tiemble (Salmos 104:5; Proverbios 8:29; Isaías 24:18; Jeremías 31:37).
Se habla de los «cuatro confines de la tierra» o «cuatro extremos» (Isaías 11:12; Ezequiel 7:2) en el sentido en que hoy se habla de los «cuatro puntos cardinales». - Parte del planeta no ocupada por los mares (Génesis 1:10, 28; Mateo 23:15).
- Suelo o superficie cultivable de la tierra (Génesis 1:29; 3:23; 27:28; Salmos 104:14; Mateo 13:5, 8).
- Totalidad de los habitantes de la tierra o de una parte de ella (Génesis 11:1–9; Salmos 98:9; Lamentaciones 2:15; Lucas 2:1; 4:5; 21:26).
- Territorio: «La tierra de los filisteos» (Génesis 21:32), «la tierra de Canaán» (Génesis 23:2), «la tierra de Judea» (Juan 3:22). Hay casos en que no está claro si la palabra se usa en sentido restringido o universal, como sucede en la historia del → Diluvio (Génesis 7 y 8).
De las afirmaciones que se hacen sobre la tierra, se desprende una implicación sociológica. Como la tierra es de Jehová, no pesan títulos de propiedad sobre ella. Esta afirmación equivale a decir que la tierra es de todos.