Sansón: Juez de Israel famoso por su fuerza física fenomenal. Hijo de Manoa, de la tribu de → Dan, juzgó a Israel por veinte años, siendo el último de los jueces antes de Samuel. Al igual que Isaac, Samuel y Juan el Bautista, el nacimiento de Sansón fue anunciado (Jue 13.1–25).
En Timnat, Sansón tomó a una mujer de los filisteos por esposa. En la fiesta de bodas, propuso un enigma a los filisteos relacionado con un panal de miel hallado en el cuerpo de un león al que había dado muerte. Como los filisteos no pudieron adivinarlo, la mujer de Sansón le presionó para que se lo revelara, y luego se lo contó a los filisteos.
Enojado, Sansón bajó a → Ascalón, donde mató a treinta filisteos y tomó sus vestidos para darlos a los que habían declarado el enigma. Luego su mujer fue dada a su compañero (14.1–20). Cuando Sansón supo esto, soltó en los sembrados trescientas zorras con teas encendidas atadas a sus colas y quemó los sembrados. Entonces los filisteos quemaron a la mujer y al suegro de Sansón, y en venganza Sansón los hirió «con gran mortandad» (15.1–8).
Los filisteos por su parte se vengaron atacando a los israelitas. Los israelitas ataron a Sansón con dos cuerdas, y con su consentimiento lo entregaron a los filisteos en Lehi. Pero Sansón rompió las cuerdas, tomó una quijada de asno y mató a mil hombres. Luego, para saciar su gran sed, Dios abrió una fuente de agua en la peña (15.9–19).
En otra ocasión, cuando Sansón visitó a una ramera en → Gaza, los filisteos rodearon la ciudad para vigilar las puertas y capturarlo. Sin embargo, a la medianoche se levantó Sansón, sacó las puertas con sus dos pilares, y se las llevó «a la cumbre del monte que está delante de Hebrón» (16.1–3).
Después Sansón se enamoró de una mujer de Sorec llamada → Dalila, la que lo traicionó al hacer que revelara el secreto de su poder. Dalila le cortó el cabello y el Espíritu se apartó de él. Entonces los filisteos lo tomaron preso, le sacaron los ojos y lo pusieron a moler encadenado en la cárcel (16.1–22).
Posteriormente en una fiesta en el templo de → Dagón, llamaron a Sansón para que les divirtiese. El pelo le había crecido otra vez y, habiéndose arrepentido, clamó a Dios, quien le devolvió la fuerza. Tomando las dos columnas principales, tumbó la casa y murieron tres mil filisteos con él (16.23–31).
Por cuanto el Espíritu de Jehová se apoderaba de Sansón (13.25; 14.6, 19; 15.14), aunque esporádicamente, el autor de Hebreos lo incluye en la lista de los héroes de la fe (11.32).