Reflexiones cristianas para la vida diaria. Una selección de Mensajes cortos, positivos y prácticos sobre algún aspecto de la vida desde una perspectiva bíblica.
Cada noche el sol se pone sobre todos nuestros problemas y sobre todos los errores que hemos cometido durante ese día; pero nos sucede algo maravilloso mientras dormimos…
Necesitamos orar y luego detenernos y escuchar. Algunas veces podemos oír a Dios como una voz tranquila y suave que surge desde lo profundo de nuestro corazón.
Cada uno de nosotros debería llevar una vida lo suficientemente estimulante como para iniciar un movimiento. Deberíamos anhelar cambiar el mundo. Deberíamos amar implacablemente, soñar resueltamente y trabajar incesantemente.
Hoy en día todavía necesito un poco más de quietud que Dave por las mañanas. Sin embargo, hemos encontrado la manera de empezar nuestro día bien. Disponemos nuestros corazones y mentes para seguir a Dios; y funciona.
El alto llamado en la vida de cada creyente, la meta por la que cada uno de nosotros deberíamos esforzarnos, es disfrutar a Dios. Él es vida, y esto nos muestra que no podemos disfrutar la vida que Jesús da, hasta que aprendamos a disfrutarlo a Él.
Parece ser que algunas personas empiezan mal su día. Se sienten bien cuando despiertan pero tan pronto como algo sale mal, pierden el equilibrio y tropiezan el resto del día.
A menudo Dios nos atraviesa en el camino oportunidades divinas para invertir en nosotros. Debe estar atento. El lo hace primero con su Palabra, que es nuestra mejor inversión.
Durante la última generación, hemos visto que el proceso de destrucción que tiene lugar ante nuestros ojos. Parece que la sociedad secular contemporánea le ha declarado la guerra a la familia.
Todos vivimos bajo el mismo cielo, pero no todos tenemos el mismo horizonte. Los originales siempre ven un cuadro más amplio. Ampliar el horizonte significa tener la posibilidad de ver el potencial que está a su alrededor.
Él no puede realizar nada con quien piense que sirve para algo. Los cristianos no estamos en este mundo para llevar a realizar nuestros proyectos sino para llevar a término los planes de Dios.