Pero podemos huir de Él en cuanto al amor y la confianza de nuestros corazones al escoger nuestra propia voluntad y nuestros caminos. Es una señal segura de que hay algo que va mal en nuestro interior cuando nos apartamos de aquellos que nos aman.
Despojaos DEL VIEJO HOMBRE con sus prácticas. La vieja mente carnal corrompida, y que vive bajo la influencia de las engañosas concupiscencias. Despójate de él.
Los que dicen que no tienen tiempo para orar, no conocen la naturaleza de la oración. Nehemías halló tiempo para orar mientras que un rey esperaba su respuesta. Con la oración sucede como con la salvación.
Hay siempre dos formas de escapar a la persecución. La primera es mediante la interposición de Dios en nuestro favor, y la otra es si recaemos en los caminos del mundo.
Luego vino el grito unido, y la gran batalla se ganó rápidamente. Los labios relatando el evangelio con claros tonos de trompeta, y la luz del conocimiento de Dios brillando en corazones quebrantados.
La Salvación diaria del Señor es una experiencia que debe ser sumamente anhelada. Deberíamos anhelarla en toda su plenitud. Los que están hambrientos y sedientos por tal justicia serán llenos.
La santidad de Jesucristo viene a ser la esperanza de los inmundos. Solo lo limpio puede limpiar. Los injustos solo pueden encontrar refugio en la justicia de Dios.
Dios se complace más con la fe que con las obras. En realidad, la fe es una obra. «Ésta es la obra de Dios, que creáis.» Observamos aquí siete acciones de la fe:
Cristo de Dios en la gloria significará: «La bendición, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fortaleza sean a nuestro Dios por los siglos de los siglos» (Ap. 7:12).
Pero nadie sentía de manera suficiente el dolor y pecado de toda la situación como para darse a sí mismos a una oración intercesora a Dios. Fue muy diferente con Moisés (Éx. 32:32) y con Pablo (Ro. 10:1)