Rut le dijo a Noemí: «Te ruego que me dejes ir al campo, y recogeré espigas» (v. 2). Rut puede representar aquí un alma ansiosa en pos de la verdad. Ha olvidado a sus viejas compañías y dioses. «Lo dejó todo», pero no ha hallado aún reposo para su alma, sino que, como fervoroso buscador, no se avergüenza de ceñirse con el delantal del espigador.