Pero no vivimos para comer y beber; comemos y bebemos para poder vivir para la gloria de Dios. Como siervos de Cristo, lamamos agradecidos de los pozos que Dios, en su providencia, pueda abrir ante nosotros por el camino
Señor, no siempre quisiéramos traerte, Quejas y gemidos, sollozos y suspiros; Quisiéramos gozosos cantar delante de Ti Sobre nuestros éxtasis surgidos de tu Cruz. Contar las muchas bendiciones que gozamos es una cosa excelente para barrer las nubes de las amortecedoras ansiedades
También tenemos que confesar nuestra insensatez: la de entrar en la ciénaga y tratar de salvarnos mediante desesperados esfuerzos. Dios lo sabe, por tanto, no intentes ocultarlo.
La Iglesia, como su Cuerpo, es la prueba visible de su presencia. Yo no puedo ver tu espíritu; tampoco puedes ver tú el mío; pero nuestros cuerpos son igualmente visibles.
Dios llamó a Abram, y Él salió, no sabiendo adónde iba. Lot fue con él. Lot siguió a Abram, y Abram siguió a Dios. Lot pronto está habitando en Sodoma. Ahora le vemos como un prisionero.
Por mí escoge Tú, Señor. A mí no me hagas escoger No sé que pedir o rechazar; Tú la pobreza conoces, y las riquezas también, De la enfermedad la palidez, la confianza de la salud, Escoge por mí, Señor, que no sé yo qué es mejor
Ésta no es una oración por el mundo. No ruego por el mundo. Su clamor por el mundo en perdición brotó de su corazón agonizante mientras pendía de la Cruz. Aquí Él ruega por aquellos que le habían sido dados del mundo.
Hay muchos que están siempre listos para decirnos lo que Dios ha hecho por ellos, pero más que nada anhelamos oír lo que Dios ha podido hacer con ellos
De toda otra confianza desligados, De toda ’anterior concupiscencia’ liberados; Tu liberto soy, oh Señor, y a Ti clamo, Guárdame de dolorosos tropezones.
MOISÉS, como siervo de Dios, era lento en creer todo lo que Dos estaba dispuesto a hacer por Él y a ser para Él. Su lentitud en obedecer le hizo perder un gran honor